Te fuiste de mi vida demasiado pronto, cuando solo tenía seis añitos, aún así, te recuerdo perfectamente, tu cara, tus abrazos, tu voz, recuerdo todas las veces que estuve en tu casa, todas las veces que jugamos, todo el tiempo a tu lado.
Sabes bien que cuando estoy mal te lo cuento, te hablo, desearía poder abrazarte, llorar entre tus brazos. A veces pienso que si estuvieras aquí, serías la única que me comprenderías. La que me daría todo su apoyo y la que me dijera: "Estoy contigo".
Te necesito tanto. Te extrañé en el primer día de primaria, en todas las actuaciones del colegio, en los partidos de fútbol, en mi primera comunión, en mi graduación, en el instituto, en verano... ¿Sabes cuántas veces te buscaba entre la gente? ¿Cuántas veces me puse triste? Mucho dolor.
Sigo adelante, porque te pienso y sé que me cuidas, que no te has olvidado de mi. Que no te has olvidado de nadie, que cuando mamá está triste ahí estás para animarla desde allí arriba. Ella ha sido la que nos ha mantenido siempre con tu recuerdo, la que cuando habla de ti se emociona, la que cuando la miro veo tu cara. Te doy las gracias por darle la fuerza que tanto necesita y a mi también. Perdón por ser mala pero sinceramente, te quiero más a ti.
~MamáBlanca ♥
